A unos cien metros al norte de la mansión y sobre una elevación del terreno, se encuentran las ruinas de un pequeño edificio.

Se trata de un mausoleo, de una sola habitación cuadrada con ábside en la cabecera. Estaba compuesto por gruesos muros de unos dos metros de espesor, con columnas adosadas al muro por el exterior, para engrandecer y decorar el edificio. En el interior, los muros debieron estar dotados de hornacinas para albergar esculturas o urnas cinerarias, esto explicaría el grosor de los muros.

El techo estaría compuesto por una bóveda de cañón en la parte cuadrangular del edificio y una bóveda de cuarto de naranja en el ábside, el suelo se encontraba un poco más elevado que el terreno y estaba decorado con mosaico, del cual se conservó solo dos pequeños fragmento cuando se excavó, pero desgraciadamente y debido a la mala consolidación que se realizó, uno de ellos se ha perdido totalmente. Este edificio debió de ser un mausoleo para albergar el féretro del propietario y posiblemente de su familia.

A pesar de los destrozos que el edificio ha sufrido con el paso de los siglos, los restos actuales nos permiten ver con claridad un buen número de detalles de cómo estaba construido. Existen unos huecos donde estaban alojadas las columnas, con algún resto de las mismas, así podemos saber el número de columnas, el grosor y el material de granito del que estaban compuestas. Los restos de muros, nos permite ver el tamaño total del edificio, el espesor de los muros y el material con que estaban hechos, que era con dos capas de ladrillo una al exterior y la otra al interior a modo de encofrado para albergar entra ambas un conglomerado de hormigón compuesto con mortero de cal, arena y piedras, la parte posterior la del ábside estaba apoyada sobre un zócalo granítico, el resto del edificio se apoyaba sobre un podio de hormigón que se elevaba sobre el terreno para así engrandecer el edificio.

Detalle hipotético del interior del mausoleo, donde pueden apreciarse, el suelo de mosaico, el sarcófago del propietario, el ábside con su cúpula de cuarto de naranja y la bóveda de cañón, todo construido en ladrillo.