La villa romana de Carranque o de Materno, debido al nombre que aparece en una inscripción del mosaico de Las Metamorfosis, que se encontraba en el cubículo o dormitorio del propietario. La casa, de grandes dimensiones, es un cuadrado de cuarenta metros de lado, unos mil seiscientos metros cuadrados. Se accedía por un porche porticado sustentado por columnas de ladrillo, flanqueado por dos torreones cuadrados. Del porche se pasaba al recibidor, de planta circular, y de éste a un pasillo o peristilo que rodeaba el patio central que también se sustentaba por columnas de ladrillo.
Los suelos de la villa estaban cubiertos casi por completo con maravillosos mosaicos, donde destacan los mosaicos figurados con temas de la mitología grecorromana, como la muerte de Adonis, la entrega de Briseida con Aquiles y Ulises o el dios Océano, también aparecen alegorías como el mosaico de los peces que es una clara alegoría a la abundancia de alimentos, con peces, crateras de vivo y cestos con frutas. No falten los dibujos geométricos o florales con motivos típicos del mosaico romano como son los lazos de Salomón.
La Villa tenia Agua corriente, desagües y calefacción, han aparecido restos de tuberías de plomo para el abastecimiento de agua, canalizaciones de desagüe con tuberías de terracota y sistemas de calefacción por hipocausto, consistente en conducciones por debajo del suelo por donde circulaban los gases de combustión de hornos preparados para tal fin, con barias chimeneas para evacuar el humo hasta los tejados.